Información adicional
Zona:
Occidente
Destino:
Viñales
Categoría:
-
Zonificación:
Rural
Valor Social:
Patrimonio
Estructura Arquitectónica:
-
Cueva del Indio
Si es amante de la naturaleza o es de los que ha pensado alguna vez en realizar un viaje al pasado, entonces debería regalarse una visita, indiscutiblemente cautivadora a la Cueva del Indio. Ubicada a unos 5 kilómetros del pueblo de Viñales, en la provincia de Pinar del Río
Según cuenta la leyenda, la cueva fue descubierta en 1920, por un campesino llamado Juan Díaz. En ella se encontraron restos humanos y se considera que fue refugio de los primeros grupos aborígenes del país, de la cultura "Guayabo Blanco". Se le dio este nombre a la cueva, por los descubrimientos arqueológicos, y por la forma de una roca que se encuentra en su interior que simula la silueta de un indio.
Por las excavaciones realizadas se cree que el lugar funcionó como un recinto mortuorio, donde los nativos celebraban sus ritos. De ello dan fe las pinturas rupestres, únicas en Cuba que se conservan en su interior, a pesar de los años, así como por los restos de utensilios y enterramientos.
Estos detalles puede disfrutarlo durante el recorrido, el cual se realiza por un sendero iluminado, en el que las estalactitas y estalagmitas que forman figuras extrañas, te dan la bienvenida y acompañan durante la travesía. Esta aventura por la mítica caverna se comienza a pie y luego puede continuarla en una lancha a motor, pues por el interior de la cueva corre el río San Vicente.
Otra de las atracciones del sitio es la maravillosa vista panorámica del Valle de Viñales. Desde allí, las fotos parecen sacadas de una postal, por lo que no debes perder la oportunidad de llevarte a casa imágenes únicas y la sensación de haber viajado al pasado.
Según cuenta la leyenda, la cueva fue descubierta en 1920, por un campesino llamado Juan Díaz. En ella se encontraron restos humanos y se considera que fue refugio de los primeros grupos aborígenes del país, de la cultura "Guayabo Blanco". Se le dio este nombre a la cueva, por los descubrimientos arqueológicos, y por la forma de una roca que se encuentra en su interior que simula la silueta de un indio.
Por las excavaciones realizadas se cree que el lugar funcionó como un recinto mortuorio, donde los nativos celebraban sus ritos. De ello dan fe las pinturas rupestres, únicas en Cuba que se conservan en su interior, a pesar de los años, así como por los restos de utensilios y enterramientos.
Estos detalles puede disfrutarlo durante el recorrido, el cual se realiza por un sendero iluminado, en el que las estalactitas y estalagmitas que forman figuras extrañas, te dan la bienvenida y acompañan durante la travesía. Esta aventura por la mítica caverna se comienza a pie y luego puede continuarla en una lancha a motor, pues por el interior de la cueva corre el río San Vicente.
Otra de las atracciones del sitio es la maravillosa vista panorámica del Valle de Viñales. Desde allí, las fotos parecen sacadas de una postal, por lo que no debes perder la oportunidad de llevarte a casa imágenes únicas y la sensación de haber viajado al pasado.