A 95 kilómetros al suroeste de La Habana, se encuentra en la maravillosa elevación de la Cordillera de Guaniguanico, en la Sierra del Rosario, la reserva inigualable de Soroa. Conocida y promovida en todo el mundo como la casa de altísimos árboles y de las más exóticas orquídeas, su belleza se debe a las profusas lluvias que le mojan durante la mayor parte del año. Una vez paraíso para la plantación del café y retiro privado de la familia Soroa en 1920, después de la Revolución Cubana el lugar se abrió para el turismo y es un excelente lugar para realizar visitas a través de bicicletas. El lugar más visitado es sin dudas el Orquideario de Soroa, cuya colección de más de 700 especies de este tipo de plantas la hacen único de su tipo en el país, de belleza indescriptible y obligada visita. Como parte de los senderos, son recomendables la formación rocosa de El laberinto de la Sierra Derrumbada y la piscina natural conocida como la Poza del Amor. Como balcón de la región de Soroa, ha de visitarse el Catillo de las Nubes para una vista sencillamente impresionante del lugar.